martes, 4 de diciembre de 2012

No estaba muerta estaba de Parranda!!!

Y demasiada parranda diría yo, tanta que he dejado abandonado mi blog por casi año y medio!!!. Pero hoy termina la parranda, no es cierto, eso ni yo me lo creo. Simplemente hoy retomo mis historias de diferente índole que tanto gustaban a mis fieles seguidores.

Les contaré que me he convertido en ambidiestra, es decir solo utilizo una sola mano para escribir, comer, peinarme, lavarme la cara, entre otras cosas que prefiero no mencionar, pues un accidente bochornoso me ha privado temporalmente del uso de mi mano izquierda. 

Iba trotando lentamente por los alrededores de un Parque conocido de la ciudad de Lima (no diré su nombre porque no quiero que mis fans vayan a pedirme autógrafos) cuando sorpresivamente y de la manera más tonta (monce como dirían en el léxico popular Peruano), pierdo el equilibro de mi pierna derecha y súbitamente siento que todo el cuerpo se cae hacia adelante. 

Simplemente mis pies me traicionaron, haciendo que mi cuerpo pierda totalmente su sincronía  ocasionando el accidente fatal (bueno exageré), que hizo que me apoye sobre mi mano izquierda para evitar mayor impacto. Como si una sola mano fuera suficiente fuerte para aguantar todo el peso de mi cuerpo!!!. Bueno son acciones que uno hace por inercia. Desgraciadamente, mi mano fue más inteligente, haciendo que toda la responsabilidad de aguantar mi caída recaiga sobre mi pobre dedito anular. Entonces el anular se ubicó delante de mi dedo del medio. 

Y eso fue todo. Se lee más doloroso de lo que fue, o tal vez mi cabeza bloqueo el dolor en ese momento, pues lo primero que atinó en hacer es observar si algún transeúnte me estaba viendo. Y así fue, una señora con la cara más asustada que la mía, me miraba desde el otro lado de la calle. Disimuladamente continúe mi recorrido, sobando mi pobre dedito. Y una vez que el mismo había regresado a su lugar continúe con mi trote regular con la frente bien en alto, porque como bien dice el dicho: "una caída, no es derrota!!" (o algo así).

miércoles, 6 de abril de 2011

Mil Gracias!!!

Todos celebramos onomásticos.

El día de nuestro cumpleaños organizamos una “bomba” (“farra” en Ecuador) para agradecer de alguna manera a la vida que tenemos un año más de existencia.  Igual ocurre cuando un ser querido está de cumpleaños, tratamos de estar presentes para felicitarlo y agasajarlo.

Siempre recordamos con cariño el día en que nos compramos ese auto que tanto anhelamos.  Aunque es algo material, hicimos un esfuerzo en conseguirlo. Y mientras más trabajo nos cuesta, más lo valoramos y recordamos.

Todos tenemos presente el día en que nos graduamos, el día en que por fin le dijimos adiós a la U. Nunca falta aquel que organice una reunión anual con la gente de su promo para festejar otro año más de profesión.

Todos mis compañeros de trabajo recuerdan la fecha exacta de su primer día en la Empresa.  Por más que lleguen a odiar a su trabajo, siempre recuerdan ese día. Y siempre hay uno que celebra su aniversario dentro de la Empresa.

En cuando a las relaciones sentimentales, son raras las parejas que no conmemoran su aniversario. Ya sea con una cena, unas flores o un detalle tonto, la mayoría de las parejas siempre tienen presente ese día.

Entonces, hoy me pregunto, porque no festejar el aniversario de mi blog? Sí, ya es un año, bueno más de un año, en que publiqué mi primer post (mi primer post fue publicado el 31 de marzo del 2010) a la lectura pública.

Es más de un año, en que a modo de terapia decidí comenzar a escribir las cosas que se me ocurrían y cuando se me ocurrían. Sin presiones, solo por el simple placer de expresarme y de reírme de mí misma y de las tonterías que me ingeniaba.

Es más de un año, que mi blog ha logrado crear seguidores sin la intención de tenerlos. Y este post es para ustedes mis fieles seguidores, familia y amigos. Este post es para darles las gracias por leer mis locuras y delirios. Gracias Maris, Fanny, Joselito, Cris, Jeannette, Ale, Mariu, Miguelito, Chisber, Jamile, Mayra, Alejandro (a.k.a. Muchaho Borracho), Calin. Mis amigos que un par de horas de haber publicado un nuevo post ya lo han leído. Mis amigos que siempre comentan en mi blog. Mis amigos que a través del chat o en persona me hacen su crítica constructiva y siempre bien recibida a mis textos literarios.

Y claro, doy las gracias también a mi hermanito, que una vez “basureo” mi blog, pero ya saben cómo es la envidia (no mentira muxaxito, he tratado de mejorar). Y gracias a mi mami, que aunque yo sé que solo me lee por curiosidad (para sapear), de vez en cuando me comenta acerca de las cosas que escribo.

Y mil gracias al creador de los blogs. A ese ser humano que tuvo esta genial idea que no incurre en ningún gasto para mi bolsillo, pero vale oro para mí. Su precio vale todo el equilibrio emocional que he tenido este último año. Por eso, MIL GRACIAS BLOG por existir.

Y como todo festejo lo amerita comparto con ustedes la torta de celebración de mi blog.




Y ustedes que me conocen, se han de preguntar: Yessy, celebrando sin chelitas?. Pues, aquí están, heladitas y las comparto con ustedes.  Para mis amigos peruanos les brindo una six pack de Pilsen, y para mis compatriotas ecuatorianos la respectiva six pack de la mejor cerveza del Ecuador y del mundo: la Club Verde.




martes, 29 de marzo de 2011

Pudor, Sudor y...

Es momento de realizar un post de concientización social. Es hora de tratar un tema que afecta a muchas chicas inocentes como yo. Es hora de evocar a la conciencia de los dueños de todos los Gold's Gym del mundo. Es hora de hacer conciencia de la realidad que atañe el diseño estructural de las duchas del Gold's Gym.

Yo, Yessy Vargas, el día de hoy hago un llamado en nombre de todas esas chicas pudorosas que ante una extrema necesidad decidieron ducharse en el gimnasio. Como sé que aún no han de comprender mi reclamo y para no causarles más incertidumbres, a continuación contaré mi historia.

Hace un par de meses de atrás, alegremente y súper motivada (como casi todos los días), me acerqué a las instalaciones del Gold's Gym más cercano al lugar donde habito. Por lo general suelo regresar al departamento después del trabajo para mudarme de ropa y partir con destino al gimnasio. Ese día no fue la excepción. Arribé al gimnasio golpe de 9 de la noche, corrí durante una hora (comentario aparte me declaro fanática acérrima de Forrest Gump) y retorné a mi departamento. Como se imaginarán después de correr durante una hora, con la máquina corredora marcando 10.5 kilometros por hora, una termina literalmente empapada, sudorosa y apestosa.

Cuando arribo a mi departamento luego de una jornada de ejercicio, lo único que se cruza por mi cabeza es meterme rápidamente a la ducha y disfrutar de un relajante baño de agua caliente. Por mi cabeza nunca se cruza la idea de revisar la existencia de agua (después de todo, en dos años de vivir en Lima nunca había sufrido de cortes de agua). Pero ese día fue la excepción. Llegué a mi departamento, avancé hacia el baño, me saqué la ropa, me metí a la ducha, abrí la llave y ante mi asombro y desesperación me encontré con la sorpresa que no salía ni una mísera gota de agua por la regadera.

Pobre de mí, como iba a dormir así, toda sudorosa y apestosa. Para entonces eran poco más de las 10:15 de la noche (el gimnasio al que acudo cierra sus puertas a las 11 de la noche). No me quedó de otra que evocar a mi cabecita, la misma que empezó a maquinar de la siguiente manera (disculparán el léxico coloquial con el que se expresa mi mente, pero es el único lenguaje que conoce y con el que se expresa en mi interior):

Cabecita de Yessy: “Piensa Yessy, piensa… tienes dos opciones:
a.         Te acuestas a dormir así, toda “fuchi”, y madrugas mañana a las 6 am a “pegarte” un “duchaso”
b.         Regresas al gimnasio, te armas de valor y te das un “duchaso”, en esos baños indecentes".

Me faltó comentarles que hace un año atrás mi pobre humanidad ya había hecho uso de las duchas del gimnasio, y en dicho instante me juré a mí misma no hacerlo nunca más.

Cabecita de Yessy: “Chuzo, que más queda, no voy a dormir toda apestosa. Luego tendré que cambiar las sábanas pues para mañana también amanecerán malolientas”.

Así que aparte de armar mi mochila con los respectivos implementos de aseo (jabosito, shampoo, acondicionador, toalla y ropa limpia), me armé de un gran valor para enfrentar dicho reto. Bueno, todo por el gusto de no dormir oliendo mal ese día. Caminé, caminé, recé y recé para que a esas altas horas de la noche ya no quedaran deportistas usuarias de las duchas. Pero mis rezos fueron en vano.

Es que las duchas del gimnasio están hechas de tal manera, para que los usuarios no se queden más de 5 minutos haciendo uso de las instalaciones. Cuando una llega y selecciona su ducha para asearse, tiene que abrir una cortina de tela, la cual haría que se disfrute de un momento placentero bajo el agua con toda la privacidad que el acto amerita. Sin embargo, las paredes laterales que dividen cada ducha están hechas de vidrio transparente. Tan transparente que se ve toda la silueta, cuerpo, curvas, etc, de la vecina que se está aseando en la ducha conjunta.

Ese día seleccioné la ducha más aislada de todas, esperanzada que no llegara ninguna colega deportista a hacer uso de la ducha conjunta. Pasaron 5 minutos, logré hacer uso del jabonsito, eliminado los microbios y sudores de mi cuerpo. Hasta que al sexto minuto apareció alguien a acomodar sus implementos en la ducha que se encontraba del lado izquierdo de la que hacía uso. Asustada decidí lavar rápidamente mi cabello y en un dos por tres agarré la toalla, me sequé (no alcancé a hacer uso del acondicionador de cabello) y me tapé. Imagínense, no iba a dejar que cualquiera morboseara mi lindo cuerpito.

Así, salí volada con la toalla cubriéndome, hacia los vestidores, donde culminé el acto de secado y proseguí a vestirme para retornar a mi departamento.  

Esta es la realidad de las duchas del gimnasio. Anhelo que uno de los dueños, socios o accionistas de estas grandes cadenas de gimnasios se encuentren leyendo este post, y se apiade de mi realidad y mis temores. Porque todas tenemos derecho a disfrutar del momento placentero de un buen “duchaso”, con la privacidad que lo amerita.

miércoles, 23 de febrero de 2011

Las razones de mi existencia

“Se pueden meter con cualquiera en mi vida (hasta conmigo), menos con mi papá, con mi mamá y con mi equipo, y en ese orden específico”, esta es la frase fiel que mis grandes amigos pueden dar fe que siempre ha salido por mi boca.

“Se pueden meter con cualquiera…”, es lo que siempre un ser humano con sangre caliente repite en defensa de algo que quiere con alevosía. Es lo que un ser humano de manera involuntaria proyecta en su cerebro cuando siente una amenaza hacia lo que más quiere.

“Se pueden meter con cualquiera, menos con mi papá….”. Si es que poco a poco completamos la frase original, tocaría añadir a la misma, la frase: “…menos con mi papá”, porque mi padre es la persona más admirable que he conocido en mi existencia. Es un hombre que cuando era niño llegó a comer un banano en un día y a pesar de esto actualmente tiene una familia con tres hijos bien educados, de los cuales dos somos profesionales y el tercero nos está dando la lección a los dos mayores al tener dos premios filantrópicos consecutivos. Es un hombre que salió adelante después que un incendio quemó todos los electrodomésticos que tenía que reparar en la época que era radio-técnico-electricista. Ese es mi viejo, la persona a la que más admiro (con las disculpas de mi señora madre). Es que mi señor padre es la persona que me inspira cada día para ser mejor, para dar el 200% si es posible.

“Se pueden meter con cualquiera, menos con mi papá, con mi mamá…”, y no es porque me sienta obligada a escribir sobre mi mamá en este post que la menciono, sino porque es la persona que ha ganado mi admiración por el solo hecho de haber soportado a mi señor padre tantos años. Y sí, a mi papá lo admiro y lo idolatro pero al mismo tiempo no me explico como mi mamá lo ha podido aguantar tanto tiempo. Porque mi papá es un persona difícil de tratar. Pero mi madre lo pudo hacer, es más, rebaso las expectativas, a tal punto de tener casi 33 años de casados. Mi mamá tuvo la paciencia de soportar dos hijos, casi de la misma edad (mi hermano mayor y yo) peleándonos casi todos los días (con puñete y patazo incluido). Mi mamá tuvo la resistencia de aguantar nuestra pubertad y adolescencia con todos los conflictos que los púberes y adolescentes pueden tener.

“Se pueden meter con cualquiera, menos con mi papá, con mi mamá y con mi equipo”, con las palabras:”….y con mi equipo”, termina este post. Es que a cualquiera pueden ofender, a cualquiera pueden insultar, a cualquiera pueden denigrar, menos a esos tres. Es que mi equipo es pasión. Así no hayamos conseguido aún nada a nivel internacional, mi equipo es lo que me hace amar al futbol (conste que tengo varios testigos que han observado mi maestría para dominar el balón). A mi equipo lo sigo desde cualquier parte del mundo y por mi equipo he aguantado ser “toqueteada” por cualquier mujer policía con tal entrar al estadio a observar a esas camisetas azules dominar el balón. Es que mi equipo une multitudes. Y ustedes se preguntaran, ¿cuál es ese magnífico equipo que tanto me apasiona?, pues EMELEC, ¿cuál más podría ser? Y es que la pasión por EMELEC es el único factor en común que tenemos los hermanos VARGAS. Los tres somos hinchas enfermos del mismo equipo. Los tres gritamos, lloramos y nos apasionamos por EMELEC. Y mi señor padre comparte nuestra pasión. Mi señora madre desgraciadamente es hincha del Deportivo Cuenca.

miércoles, 26 de enero de 2011

El pez muere por su propia boca

¿Quien dijo que ser Jefe era tarea fácil? Yo lo hice alguna vez.
¿Quien dijo que el Jefe no hacia nada? Yo lo hice alguna vez.
¿Quien dijo que los “subalternos” hacían todo el trabajo del Jefe? Yo lo hice alguna vez. 
¿Quien odió a su Jefe por ser injusto y llevarse todo el merito? Yo lo hice alguna vez.

Que equivocada que estaba. Es que el peor trabajo que existe es el ser Jefe. No voy a negar, la paga y los privilegios son mayores, pero la responsabilidad y cansancio mental es infinitamente mayor.

Ya no solo uno es responsable por el trabajo que propio que uno realiza, también se tiene que dar la "cara" por el trabajo de los chicos que trabajan contigo. Pero en lo personal, eso no es lo que más ocasiona el estres y cansancio mental. Cansancio, con los que termino casi todos los días de las semana, cansancio que ni el gimnasio me ayuda a desfogar.

Lo que más me cansa es buscar la manera de motivarlos, sin darle evidencias que yo también me encuentro desmotivada.
Lo que más desgasta es enfrentar sus momentos de rebeldía sin tener que exasperarme.
Lo que me ocasiona más desgaste es tener que contar mentalmente hasta el 100 para no perder la paciencia cuando uno de ellos comete alguna “burrada”.
Lo que más me frustra, es enfrentarlos a ellos para anunciarles noticias que tal vez no les sean completamente satisfactorias.

Porque yo fui como ellos. Yo empecé desde cero. Con las mismas frustraciones, las mismas rebeldías, las mismas insatisfacciones. Y yo no puedo ser hipócrita.

Justo ayer le comenté a uno de los chicos, con los cuales tengo el honor de laborar, que definitivamente no sirvo para esto. No soy capaz de decirles con optimismo una noticia que conozco con anticipación que no les va a satisfacer. Por más que tome como referencias mis antiguos jefes, cuando me daban noticias que me defraudaban, y ellos las enfocaban como muy buenas noticias, es que, yo no puedo ser hipócrita.

Soy exigente, “negrera”, necia, cerrada, déspota, "batracia", hasta grosera a veces. Pero nunca seré hipócrita. Hoy ha sido uno de esos días en los que me he puesto a revisar y evaluar el rol que actualmente cumplo en el ámbito laboral. Ahora, solo me toca consultar con mi almohada esas preguntas que aún no estoy dispuesta a compartirlas con ustedes, mis fieles lectores.

martes, 21 de septiembre de 2010

La Promesa de La Clona

Desde que apareció La Clona en este mundo ha resultado ser todo un personaje. Mis grandes amigas Fanny y Ale son testigos de eso, ellas la conocieron, ellas sabían mi secreto. El Post pasado que escribí hizo eco en La Clona. A tal punto que me ha escrito una carta desde su aislamiento en algún lugar del mundo. Carta que comparto con ustedes a continuación:

Estimada Yessy,

En los últimos días he escuchado rumores acerca de la publicación de tu Blog. Sé que es una idea que venía rondando por tu cabeza en el último año, pero no me imaginé que lo hicieras realidad tan pronto. Como aún no lo creía, me puse a investigar en nuestro amigo google acerca de tu Blog. Para mi gran sorpresa cuando he puesto en el buscador tu nombre, me he encontrado con un link que redirecciona a un post dedicado a mí.

No voy a mentir, no sabía que esperar del mismo. Es que desde que me creaste con la ayuda de la ciencia, no he sido de mucho apoyo para ti. Sé que mi misión en este mundo era ayudarte a conseguir tus metas laborales, personales y sociales. Intercambiarnos en las tareas estresantes del trabajo, mientras la otra disfrutaba de la buena vida. Sé que no lo he cumplido, pues la buena vida me la he dado yo, mientras tú te has "fajado" con los retos que te han asignado en cada Empresa en que hemos laborado.

Sin embargo, me ha agradado mucho cada línea que has escrito (aunque me llames "sinvergüenza"). He tenido sentimientos encontrados al enterarme que me extrañas mucho. Ahora estoy segura que me valoras y que para ti no represento solo un objeto creado por la ciencia para "cubrirte la espalda". 

Pero la idea de esta carta no era de impregnarme de sentimentalismos. Te escribía para darte una explicación de mi larga ausencia, esperando que sepas comprender. Desde la primera vez que intercambiamos roles, aquella vez que me tocó darme la buena vida en Montañita, me quedé fascinada con los placeres de la vida, y no los he podido abandonar. Desde entonces he viajado por el mundo. He conocido Buenos Aires (sí Ale, fui yo la que viajé contigo y la Fanny), Valle Nevado, Valparaíso, Viña del Mar y otros lugares exóticos de los cuales prefiero reservarme el nombre. 

Pero ya pronto termina mi viaje. Sé que para noviembre tienes planeado viajar a un conocido balneario peruano. Cuenta conmigo para reemplazarte en tus tareas laborales. Esta vez no te voy a fallar. 

Esta es La Clona. Todo un personaje. Personaje creado por la ciencia pero con una gran conciencia. Ojalá cumpla su promesa y retorne pronto, pero no para reemplazarme en el trabajo, sino para saber más de ella y de sus aventuras en su corta existencia.

lunes, 13 de septiembre de 2010

La Clona

La primera vez que apareció La Clona en el mapa fue hace ya tres años atrás. En aquella época laboraba en una empresa que hacía Software para Empresas conocidas internacionalmente tales como: Hasbro,  Dupont, Hartz, entre otros. Recuerdo con mucho cariño aquella época, pues allí conocí a mi mejor amiga, la Fanny.

La Clona también laboraba en dicha Empresa. Sin embargo el día que yo acudía a laborar, ella no lo hacía y viceversa. Nos cubríamos las espaldas. Y es que físicamente éramos idénticas. Teníamos los mismos ojos, la misma boca, la misma nariz, las mismas orejas, los mismos lunares, la misma voz, en fin, éramos exactamente iguales. E intelectualmente, teníamos los mismos conocimientos, la misma experiencia laboral y teníamos las mismas habilidades deportivas. Pero siempre la consideré más inteligente que yo. ¿Y por qué se preguntarán?, porque ella siempre se desaparecía en época de release (para los poco conocidos de los términos “softwaristicos”, "día de release", es el día en el cual debíamos entregar una nueva versión del producto al cliente) dejándome el trabajo más pesado y estresante a mí.  En esos días lo único que sabía de ella, era que estaba en la playa tomándose una cervecita al pie del mar.

Lo último que supe de ella es que se fue a esquiar a Chile. Y esto lo supe porque la muy sinvergüenza se dignó en enviarme una foto utilizando su blackberry. Mientras yo, todos los días la invoco esperando que aparezca. Es que la extraño mucho. Aunque solo me reemplazaba en el trabajo en los días más suaves, por lo menos dichos días tenía el placer de dormir hasta tarde y me ausentaba del trabajo.

Para aquellos que no la conozcan, a continuación muestro la fotografía que me envío. Si la ven por allí, comuníquenle que la estoy buscando con desesperación.


Ahora ustedes han de estar pensando: “¡Yessy está loca!”. Pues sí, ¿y quién no? Total, en este mundo todos estamos locos. 

martes, 8 de junio de 2010

Masoquismo Extremo

Definitivamente los seres humanos somos masoquistas. En los diferentes ámbitos que rodean nuestras vidas nos vemos involucrados en eventos que desbordan sufrimiento. Les pongo unos casos de ejemplo:


Caso 1: Entretenimiento Masoquista

Semanas previas al concierto de Aerosmith, mi gran amiga Maris me hizo dudar de acudir a dicho concierto. Su poder de convencimiento se basaba en 19 razones bien fundamentadas. Razones que dedujo después de acudir a sendos conciertos, uno de ellos de Fito Paez, en la época que ella residía en Guayaquil.  A continuación enumero las razones para no acudir a un concierto según la Maris (no quiero robarme el mérito, las razones son 100% autoría de ella):
  1. Hacer colas interminables.
  2. Presenciar diferentes situaciones desagradables mientras se hacen las filas interminables. Estas situaciones son protagonizadas por los siguientes personajes:
    1. Los “sabidos”,  que no son otra cosa que aquellos que no respetan la fila.
    2. Los  “amigos del pueblo”, aquellas personas con las que solo te saludas, pero que al encontrarte en un puesto mejor ubicado en la fila, se hacen pasar por tu “pana” del alma, solo para que le permitas adelantarse en la fila.
    3. Los “caretucos”, aquellos que ante la desesperación e impotencia solo se dedican a empujar
  3. Perder la dignidad. Al momento de ingresar al escenario abrirse de brazos y permitir que otra persona te toquetee ante la excusa de realizar la requisa.
  4. No apreciar a la banda dada tu pequeña estatura (¡Sí!, la Maris es igual de enana que yo). En caso de comprar en cancha, debes soportar que todos te bloqueen la visibilidad hacia el escenario. Y nunca falta aquel chico hecho el galán que sube en sus hombros a la enamorada.
  5. Encontrarse en una localidad lejana que no permite apreciar a la banda. Este caso ocurre cuando por tacaños decidimos comprar localidades conocidas como general o tribuna.
  6. No disfrutar el concierto a pesar de estar en una localidad VIP. Esto ocurre cuando se recurre a comprar una localidad tan exclusiva como cara, pero dado que somos tacaños nuestra mente sufre un bloqueo que impide que disfrutemos el concierto, pues la misma se pasa pensando (y contando) en todo el dinero que hemos gastado.
  7. Soportar a los borrachos que se hacen los confundidos. Desconocidos que aprovechando su condición de seudo-borrachos se hacen los confundidos y te abrazan. Y ante tu reclamo, solo se dignan en exclamar: “¡aaayyy!, te confundí con mi enamorada”.
  8. Aguantarse las ganas de ir al baño. Después de largas horas de espera, la fisiología humana procesa los líquidos ingeridos por el organismo, por lo que es natural que nos den ganas de ir al baño. Pero, ¿qué ocurre cuando decidimos hacer caso a nuestros esfínteres y acudir al baño?:
    1. Corremos el riesgo de perder el puesto por el que hemos luchado durante horas.
    2. Realizar una larga caminata, pues para nuestra mala suerte, el baño se encuentra a miles de metros de distancia.
    3. Encontrarnos con unos baños totalmente anti-higiénicos.
  9. Morirse de sed. Dado que el punto 8 descrito previamente es absolutamente contraproducente y asqueroso, hacemos todo lo posible por evitarlo, lo cual implica no beber ningún líquido desde que salimos de nuestros hogares  hasta que finaliza el concierto.
  10. Morirse de sed por tacaños. Bueno digamos que controlamos muy bien nuestros esfínteres y logramos un aguante de varias horas sin ir al baño. De todas maneras no ingerimos ningún líquido que se expenda en el escenario, dado su alto costo. Las gaseosas valen el doble, una puerca botella de agua vale el triple y ni mencionar el costo de la comida.
  11. Soportar a la banda que apertura al artista principal. Por lo general la banda telonera es un grupo nacional, del cual conoces una sola canción. Así que te tienes que aguantar más de cuarenta minutos escuchando canciones absolutamente desconocidas para tus tímpanos.
  12.  Gritar para que el artista o banda principal entone aquel hit que tanto te gusta. Porque el hit siempre lo dejan para el final, y para rematar es la única canción de la cual conoces la letra.
  13. Rogar para que el artista o banda no abandone el escenario. En otras palabras perder la dignidad.  
  14.  Terminar empapado producto de un aguacero dado en pleno concierto. Esto ocurre en el caso de conciertos en la ciudad de Guayaquil, donde llueve con todos los efectos especiales: truenos, relámpagos, rayos, etc.
  15.  Comer polvo a la salida del escenario. Todos corren, se empujan, buscan la salida al mismo tiempo, por lo que si tu localidad se encuentra en cancha y te quedas atrás, te toca comer el polvo de la multitud.
  16. Rezar para que no te roben. Dada la multitud y el toqueteo, queda en manos de Dios evitar que un transeúnte “sabido” termine robando tus pertenencias.
  17. Caminar, caminar, caminar. A la salida del concierto la abundante demanda de taxis y la escasa oferta de los mismos, obliga a caminar miles de cuadras hasta lograr conseguir un taxi.
  18. Se gasta plata, tiempo, zapatos y se afecta gravemente la integridad emocional.
  19. Herir tus oídos al escuchar reverendas mentiras de la gente, tales como: “Valió la pena”.
          Caso 2: Entrenamiento Masoquista

          En los últimos días me he reconciliado con la máquina trotadora y he vuelto a correr. Poco a poco he recuperado mi resistencia hasta llegar a correr los 10 km que antes alcanzaba completar diariamente en una hora.  En realidad correr me encanta, es mi nueva pasión.

          En mi última visita a Ecuador, prometí visitar a mi amiga del cole Jamilex (a quien en un post previo hago referencia).  Logramos concretar la salida para vernos el penúltimo día de mi visita a mi tierra natal. La salida no involucraba cervecitas, ni comida, ni cine. Involucraba sudor y sufrimiento.

          Así como mi pasión es correr, la pasión de Jamile es el CrossFit. Para los poco entendidos del tema, CrossFit es un sistema de acondicionamiento físico basado en ejercicios funcionales y variados, ejecutados a relativamente alta intensidad. En otras palabras es realizar muchas repeticiones de barras, flexiones de pecho y sentadillas.

          Ante mi gran acoplamiento físico y mi recuperada resistencia en la trotadora, acepte gustosa el encuentro en el Gym. Pobre de mí. No tenía idea lo que me esperaba.

          Empezamos con cien repeticiones en las barras. Esta fue la parte sencilla. Termine las cien repeticiones sin ningún problema, es más hice tiempo para que terminara Jamile.

          Continuamos con las flexiones de pecho. Esta fue la parte dolorosa. Mientras hacía las repeticiones en mi mente ocurría lo siguiente:

          Mente de Yessy: Uno  
          Y hacía la primera flexión.
          Mente de Yessy: Dos  
          Y hacía la segunda flexión.
          Mente de Yessy: Vamos Yessy, vas tres  
          Y hacía la tercera flexión.
          Mente de Yessy: Vamos Yessy, no duele, ya van cuatro  
          Y hacía la cuarta flexión.
          Mente de Yessy: Cinco. Ay, ay, ay..
          Y quedaba plantada boca abajo en el piso sin reacción.
            
          Mientras Jamile hacia diez flexiones (hizo diez repeticiones de diez en diez) yo completaba a duras penas las cuatro porque a la quinta yacía en el suelo esperando que mi amiga terminase su repetición.

          Para finalizar vinieron las sentadillas. Esta fue la parte normal. Ni dolorosa ni sencilla. La clave para ejercitar bien el trasero es mantener los talones en el suelo. Y esto es precisamente lo que ocasiona el dolor de muslos y del trasero.

          El entrenamiento no duró más de veinte minutos, pero el sufrimiento me duró cuatro días. Cuatro días que no podía caminar, vestir, comer, bañar, reír sin sentir dolor alguno. Durante cuatro días parecía un robot cuando caminaba por la oficina. Durante cuatro días tuve que pedirles a los chicos que desconecten el cable de mi laptop para llevármela al departamento al finalizar el día, porque no podía agacharme sin sentir dolor.

          Y así hay muchos otros casos de masoquismo que los seres humanos diariamente viven. Es que las razones de la Maris no hicieron que deje de ir al concierto de Aerosmith, y el hecho de sufrir dolores musculares durante cuatro días no ha impedido que vuelva al Gimnasio. Es más desde ahora todos los fines de semana voy a practicar el deporte sádico del cual es fan mi amiga. Porque cuando regrese a Ecuador nuevamente quiero estar a su altura en el Crossfit. ¿Será que el dolor nos hace sentir vivos?

          miércoles, 26 de mayo de 2010

          Aerosmith: Dream On!

          Sábado 22 de Mayo de 2010, ciudad de Lima. El día del concierto de Aerosmith había llegado. Mi preocupación por la pérdida de la llave del cajón de mi escritorio donde se encontraba guardada la entrada para el concierto había terminado. El día jueves previo al concierto arribó el cerrajero a mi puesto de trabajo con todos los instrumentos necesarios para violentar la cerradura de mi cajón. En menos de quince minutos el cajón estaba abierto y la entrada se encontraba en mis manos. Ahora solo restaba esperar dos días para que llegara el día del concierto.

          Hasta que llegó el día. A la una y media de la tarde procedí a abandonar mi departamento para dirigirme al lugar donde habita mi amiga Lisset. En los últimos días he descubierto su gran afición por los conciertos, gran afición que compartimos. Dado el tráfico, nada fuera de lo normal en la ciudad de Lima, arribé alrededor de las tres de la tarde a la casa de Lisset. Allí se encontraba con otra amiga Katya, a quien yo recién conocía. Almorzamos, nos tomamos unas chelitas, y estábamos listas para empezar nuestra aventura “hard rockera”.

          No nos tocó hacer mucha fila, dado que teníamos una de las localidades privilegiadas del escenario. Siendo las cinco y media de la tarde ya nos encontrábamos dentro del local. Buscamos el lugar donde hubiese mejor visibilidad y nos sentamos a esperar.

          Cuando el reloj marcaba las ocho de la noche salió el grupo telonero. Una banda peruana llamada Amen. Yo en mi vida había escuchado de ellos, sin embargo noté que eran conocidos. Hubo una canción llamada “Sé que tú no estás solo” que hizo que todos los asistentes coreen a viva voz.

          Tocaron alrededor de cuarenta y cinco minutos algunas canciones de su repertorio. Algunas fueron tarareadas por los presentes, otras simplemente fueron escuchadas. Pero en definitiva, resulto ser un buen grupo que vale la pena escuchar.

          Mientras esperábamos que Aerosmith saliera al escenario, Katya y yo buscábamos un mejor lugar donde podamos apreciar a la banda. Es que nuestras localidades eran buenas pero estaban en cancha. Y con el metro y medio que ambas nos manejamos (unas completas enanas) cualquier persona de mediana estatura que se nos parara al frente tapaba toda nuestra visibilidad. Así que dejamos a Lisset en nuestros puestos originales, a ella nadie la podía tapar dado su metro setenta de estatura, y buscamos otros lugares más atrás. Sin embargo mientras transcurrían los minutos más gente llegaba, y más personas se nos paraban al frente. Así que decidimos regresar a nuestros puestos originales y disfrutar del concierto.

          Siendo las nueve y quince de la noche, con quince minutos de retraso, se bajó el telón negro con un estampado del nombre de la banda “Aerosmith”. La gente emocionada comenzó a gritar, pero todavía no se escuchaban los acordes de ninguna de sus famosas canciones. Diez minutos después comenzó a escucharse en el aire los acordes de “Eat the Rich”. Y con ella, toda la gente comenzó a gritar, cantar y saltar. A continuación le siguieron “Love in Elevator”, “Falling in Love”, “Pink”, “Dream On”, “Living on the Edge”, “Jaded” y “Crying”. Todo un set de canciones clásicas, que si mi amiga Marielita me estuviera leyendo se estuviera muriendo al mismo tiempo. Muriendo por no haber estado allí.

          Después de este set, era el turno al baterista Joey Kramer de entonar un solo de batería. Tocando con las banquetas, con la cabeza, con los puños, con el trasero (no mentira, con el trasero no tocó, ¡aunque hubiera sido lo máximo!) dio gala de su gran maestría para dominar la batería. Después de este hilarante espectáculo, continuo Steven deleitándonos con “Lord of the Thigs”, “Ragdoll”, “What it takes”, “Sweet Emotion”, “Stop Messin’”, “Last Child”, “Baby, Please Dont Go” y “Draw the Line”.

          Y se despidieron del público. Pero la gente quería más. Hacía falta “Amazing” y “Crazy”. Los presentes comenzaron a aplaudir y a corear: “Ole, ole, oleee, oleee”. Y regresaron a entonar sus tres últimas canciones: “Crazy”, “Walk this Way” y “Train Kept A Rollin’”.

          Y así concluía nuestra aventura. Agotada por la jornada pero muy feliz por la experiencia vivida, me retiraba del escenario con mis dos amigas, planificando desde ahora nuestro próximo concierto: Green Day. 



          jueves, 20 de mayo de 2010

          ¿Y dónde está la llave?


          Una de las razones por las que decidí realizar mi Blog fue el hecho de poder reírme de mí misma y de las cosas que me ocurren. Y es justo en este momento que me ha pasado una de esas cosas por las cuales el ser humano desprende la frase: “¿Porqué me tenía que pasar esto a mí?, o la típica frase criolla: “¡Cha.. que salada que soy!”.

          Después de una larga espera el próximo día sábado 22 de Mayo se llevará a cabo, en un conocido estadio de la localidad limeña, el concierto del legendario grupo Aerosmith. Yo como amante de la buena música no iba a dejar de asistir. Con dos meses de anticipación adquirí la entrada a una de las mejores localidades del escenario donde se va a realizar el concierto.

          Con gran cariño y recelo guardé mi entrada en el primer cajón del escritorio donde, de lunes a viernes, me siento a laborar. Y cada día tachaba los días de mi calendario a la espera de la llegada del gran día.

          Haciendo un paréntesis a la historia les haré un pequeño resumen de mi rutina diaria de llegada y salida de la oficina.

          8:00:00 a.m: Arribo a la oficina.
          8:05:00 a.m: Saco la llave del cajón del escritorio de la cartera.
          8:05:30 a.m: Abro el cajón del escritorio.
          8:05:35 a.m: Saco el BlackBerry, los audífonos y el mp3 Player de la cartera.
          8:05:37 a.m: Guardo la cartera en el cajón inferior del escritorio.
          8:06:00 a.m: Empiezo mis labores diarias.

          Si se dan cuenta la llave del cajón quedó puesta en orificio donde la misma abre y cierra los cajones. Y así permanece inamovible durante todo el día. Ahora les contaré lo que ocurre cuando finaliza mi jornada laboral.

          7:00:00 p.m: Saco la cartera del cajón inferior del escritorio.
          7:00:10 p.m: Giro la llave de manera que los cajones del escritorio no puedan ser abiertos.
          7:00:30 p.m: Saco la llave y la guardo nuevamente en la cartera.
          7:01:00 p.m: Guardo el BlackBerry, los audífonos y el mp3 Player en la cartera.
          7:02:00 p.m: Deslizo el cierre de la cartera de manera que esta quede cerrada.
          7:04:00 p.m: Me despido de mis compañeros en caso que todavía quedase alguno laborando.
          7:06:00 p.m: Tomo el ascensor.
          7:15:00 p.m: Abandono el centro comercial donde queda el edificio en donde laboro.
          7:17:00 p.m: Tomo un taxi con dirección al departamento en donde actualmente vivo.
          Entre las 7:30:00 p.m y 8:00:00 p.m (dependiendo del tráfico y de la ruta que tome el taxista): Arribo a la calle que queda frente al condominio donde habito.
          8:00:10 pm (suponiendo que hubo tráfico): Procedo a abrir la cartera para obtener el dinero con el cual cancelo la carrera.

          Así, todos los días mantengo una rutina similar de arribo y abandono de mi puesto laboral. Y no me da vergüenza admitir: ¡Nunca cambio de cartera para ir al trabajo! Es que yo no me complico, allí tengo todos mis papeles, mi pluma favorita y ¡la llave que abre los cajones de mi escritorio!. Más trabajo me daría estar cambiando la cartera y mover todo lo que tengo de una cartera a otra.

          Pues, ahora se preguntaran porque motivo les he explicado todo esto. Porque a cuatro días del conciertazo, ¡se me ha perdido la llave del cajón del escritorio y con la entrada adentro del mismo! Y por más que le he dado vueltas a la cartera, al departamento, a la oficina, no logro hallar la bendita llave.

          Entonces ustedes me aconsejará: “Encuentra un cerrajero”. Es que eso ya se me ha ocurrido. Pero, para el colmo de mis males, el cerrajero que hace este tipo de trabajitos para la empresa, ¡no aparece! Por último la persona encargada de contactarlo ha asegurado que el cerrajero puede acudir a la oficina recién el día lunes.

          Así que ando a la espera del desenlace de esta historia. Si el domingo aparece un nuevo Post en mi Blog dedicado a Aerosmith, es porque he podido abrir los cajones de mi escritorio.

          martes, 4 de mayo de 2010

          BlackBerreando

          Sé que voy a sonar a esos melodramas televisivos, cual Melrose Place, Desperate Housewives o Grace Anatomy, pero para arrancar este nuevo post vale la frase con la que se da inicio a cada nuevo capítulo de todas estas series norteamericanas, usada para poner al corriente a aquellos televidentes que han perdido el hilo de la trama. Ya se han de imaginar la frasecita esa. Y si no se imaginan, aquí va: “Previamente en El Rincón de Yessy”.

          Y la pongo a consideración porque hay un capítulo que se perdió en medio de la historia de mi blog. Un capítulo que prometí realizar y me ha costado un poco dado que cada vez que me siento en mi laptop a concretarlo, surge alguna distracción, llámese facebook, chats, amigos, videos, música, virus, spams, que hacen que no pueda retomar el camino de mi misión.

          Para empezar, se dañó mi laptop, bueno para ser específicos dañé el Windows de mi laptop. Mi hambre de conocimiento hizo que me descargue unos archivos (no piensen mal, nada de cosas XXX), y junto con estos archivos, los virus se adueñaron de mi compañera de grandes amanecidas y estudios, mi laptop personal comprada con el dinero ganado con el sudor de mi frente. En vista que no cuento con un antivirus procedí a aplicar mis conocimientos aprendidos durante mi último año de carrera profesional y junto con mi gran talento investigativo, procedí con mis propias manos a borrar las dll’s intrusas en mi maquina.

          Todo marchaba bien, hasta que reinicié la máquina y de pronto me pidió volver a autenticar al Windows. Pero, si les contara como lo autentiqué. Eso lo dejamos para un blog privado, no vaya a ser que Bill Gates sea otro de mis fans y se encuentre leyendo el Blog.

          Por suerte años atrás había instalado el sistema operativo Ubuntu pero nunca lo había usado realmente. Así que decidí empezar a navegar, revisar mis videos, mis trabajos, mi música, todo lo que tenia almacenado en mi laptop usando Ubuntu. Y me encantó. Si Windows XP (ni hablar del Vista) y Ubuntu compitieran en una maratón, Ubuntu haría comer polvo al Windows XP. Para una persona acostumbrada a trabajar con Windows, porque el mercado así lo ha impuesto, el Ubuntu es una maravilla, es algo del otro mundo en cuanto a rapidez. ¡Y es gratis!. Pero no todo es color de rosa. Cuando me puse manos a la obra en mi primer HOLA MUNDO para mi BB, me encontré con la noticia que no existen simuladores de BB’s compatibles con el sistema operativo Ubuntu. Fue entonces que le dije a mi gran amigo y colega Chisber que implemente el simulador (porfis Chisber, mira que es el tercer post en el que menciono tu nombre). Pero aún estoy a la espera de dicha implementación.

          Como siempre he sido una persona a la que no le gusta depender de los demás y peor aún justificar su incapacidad echándole la culpa a otro, he retomado la misión en la laptop que generosamente me proporciona la Empresa en donde laboro y he procedido a bajarme las “vainas” que Chisber relata en su post “Iniciando con BlackBerry Java Application Development” (para más información visite http://gishak.wordpress.com/), las he instalado y he realizado los pasos que describe Chisber. ¿Y qué creen? ¡Me salió! Se carga el emulador del BB personal de mi laptop. ¡Y puedo navegar en el Súper Blog “El Rincón de Yessy por medio del Simulador!. Y para que no piensen que es mentira, a continuación les muestro la imagen de navegación de mi Blog desde el Simulador del BB.


          La verdad es súper fácil. Me ha llevado una hora de trabajo realizar cada paso que indica Chisber. Así que anímense y prueben su propio BlackBerreado.